Por el sendero...

Hay días especiales y el Viernes fue uno de ellos pasaron varias cosas pero la que mas me emocionó fue la siguiente. Nos fuimos a hacer un sendero cortito alrededor del Castillo de Aracena con los niños. Iban súper contentos les encantan las salidas y todo actividad que sea diferente a lo cotidiano, bueno pues de repente de un caminito frondoso salió un ser mágico...sí..sí mágico, era un hada, era el hada Arbolada.

  El hada buscaba a su amigo el duende verde, que hacía tiempo que no veía y estaba un poco preocupada por el, así que pidió a todos los niños que la ayudaran a encontrar a su amigo.

Bueno pues nos pusimos en marcha  por el sendero, acompañados por el hada. Llamábamos al duende a viva voz pero nada que no aparecía y en un claro del camino, en lo alto de una roca, estaba sentado el duende verde muy muy triste, lloraba desconsoladamente porque se iba a tener que ir del bosque ya que los animales se estaban marchando porque las personas estábamos dejando el bosque sucio y lleno de basura, los animales se cortaban con los cristales o quedaban atrapados entre los plásticos y ya él no era feliz allí sin sus amigos y con todo alrededor tan sucio.

  El hada nos dio una idea muy buena que consistía en seleccionar toda la basura que había alrededor, en distintas bolsas de basura de varios colores(reciclaje) y así dejaríamos la casa del duende, es decir, el bosque limpio para que todos vivan felices.

 En esos momentos sale ese Peter Pan que casi todos llevamos dentro y nos volvemos como niños gozando de lo mágico y fantasioso.